miércoles, 16 de noviembre de 2011

Prólogo

Prólogo
Año 1993
En el palacio de los reyes de Neplaxía, el duque Dumanto documentaba al rey  sobre lo que estaba sucediendo en aquel mundo, su mundo. Una amenaza de la banda más poderosa de aquel lugar, los Podriels que sólo pararían al ver a la única hija del rey, Leonardo, muerta.
-No es posible señor, acaba de nacer la princesa, su única hija…la heredera ¿Qué pasará ahora con ella?
-La enviaremos al único lugar donde sabemos que estará segura, por lo menos durante un tiempo. La tierra es el único mundo donde nunca se atreverán Los Podriels a matar a nuestra querida hija.
-¡No! No lo permitiré-la reina gritó llena de furia-no pienso dar a unos estúpidos humanos a mi único tesoro.
-¿Prefieres que muera?
La mujer, la reina Isabella, decidió entrar en razón tras las palabras de su marido y bajar la mirada sentada en aquel trono color azulado que ella misma había elegido.
-Está bien. Dumanto, lleve a mi hija con una familia que la quiera y la cuide, por favor se lo pido como reina y se lo suplico como madre.
-Como ordene-el duque hizo una cordial reverencia-le prometo que estará en buenas manos hasta que todo esto pase.
La reina asintió y una lágrima le recorrió la mejilla cuando se levantó para dar, el que sería el último beso a su hija; ya que después de que la heredera saliera de aquel mundo, los Podriels se harían con el poder y los reyes morirían intentando salvar su planeta.

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