sábado, 3 de diciembre de 2011

Capítulo 2 (Parte 5)

-Cuantas veces te he dicho a ti y esa pandilla de subnormales que no me molestéis si me vais a dar malas noticias-dijo Damián cogiendo su arco y sus flechas-no volverás a decir nada más
Un grito agonizado resonó en toda la sala, algunos de los Pudriels entraron en aquella sala y se llevaron al cuerpo que yacía muerto sobre el suelo de la sala.
-Encontraré a esa princesa y la mataré con mis propias manos, entonces nada podrá preocuparme.

En la tierra, donde la tarde se estaba pasando entre risas…
-Elena ¿Me has traído a una tienda de juguetes? ¿No crees que somos un poco mayorcitos para eso?
-Nunca se es demasiado mayor para nada
“Nunca se es demasiado mayor para nada”-Gonzalo repitió las palabras de Elena en su mente, eran las mismas palabras que le había dicho su hermano mayor antes de que los Pudriels lo mataran.
-Ocurre algo, Gonzalo-dijo Elena pasando su mano por el brazo del chico-sí no te gusta la idea nos vamos.
-¿No te importa?-dijo Gonzalo, que después de acordarse de su hermano no le apetecía seguir en esa tienda.
-Por supuesto que no, no te preocupes ¿Dónde quieres que vayamos?
Gonzalo miró a Elena sorprendido, esa chica era increíble, no solo no se había molestado porque él quería irse sino que le daba otra alternativa que además elegiría él.
-¿Qué te parece un chocolate caliente?
-No está mal, pero estamos en octubre. Sigue haciendo un poco de calor cómo para tomarse un chocolate caliente ¿No crees?
-Cambia el chocolate caliente por un helado al aire libre, en un bonito parque que los dos elijamos.
Elena sonrió y los dos salieron de la tienda de juguetes. Elena había decidido ir a esa tienda porque le traía buenos recuerdos, pero la idea del helado era mucho más divertida.

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